¿Quieres Saber lo que anda mal en la Industria Musical?
El problema con la industria no es que falte talento, es la sobredosis del mismo. Entonces el reto de cada artista debe ser crear una propuesta única dentro de todo el ruido saturado que son los medios.
Vayámonos en un viaje con nuestro amigo Gamaliel, un cantautor ficticio de baladas. Gamaliel acaba de ser descubierto por un agente mientras cantaba sus temas en un café. El agente le dice “tienes una linda voz y el ‘look’ de baladista”. Lo firma a su sello. Se lo lleva a un estudio en Miami y le contrata un productor musical. Le graba un disco, con un video, y pone un sencillo en la radio y plataformas digitales.
Lanza su primer sencillo “Volverás a Amar”. Gama Jorge (como se conoce ahora), lo comparte con amistades; ellos lo comparten hacia adelante y así sucesivamente. Los que la escuchan en la radio, la ‘Shazaamean’ y comienzan a compartirla. Dentro de poco, el video de la canción ha amasado casi 500,000 views en YouTube en anticipación a su primera producción discográfica – “Yo”.
Al salir el álbum, luego su exitoso primer sencillo, Gama está “pegao”, su segundo y tercer sencillos son ‘hits’. Su música en la radio, anuncios y shows de mediodía. El agente le pone el disco en las manos a Enrique Iglesias, quien al escuchar su música decide personalmente comprarle los derechos de distribución a Latinoamérica y Estados Unidos. Gama le abre su más reciente gira, y el resto es historia.
Si todo esto te parece fantasioso, es porque lo es. Tristemente, ésta es la idea que algunos tienen sobre la industria musical. Que es tan sencillo como crear una canción “pegajosa”, ponersela en las manos a personas con “conexiones”, y tan pronto el público la escuche, la pedirá.
El concepto de ‘pegar’ una canción – pasar al “mainstream” de repente – responde a un modelo anticuado de industria; cuando sí era posible, por los limitados medios disponibles, atrapar la atención del público de una. Esto con la ayuda de las personas en control de los medios – disqueras, estaciones, agencias, canales de televisión. La conversación entonces era unidireccional, el público no escogía lo que consumía. Ahora la audiencia no es pasiva.
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